La Unión Europea ha modificado el etiquetado de los combustibles en base a su composición
El objetivo final es facilitar la información a los consumidores y evitar que repostemos un combustible que no sea el adecuado para nuestro coche. Ahora bien, lo que se ha introducido como una medida para simplificar la vida del usuario no parece que resuelva muchas dudas, incluso diría que las genera.
¿Qué significan los distintivos que veremos en el nuevo etiquetado de combustible?
La Unión Europea centra su atención en la composición del combustible, y no en aspectos como el octanaje, que utilizábamos como referencia hasta ahora en la gasolina. Detrás de esta medida se esconde también un segundo objetivo, el de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, haciendo más transparente a los conductores la presencia de biodiésel o etanol – que también se puede obtener procesando materia vegetal – para promover su uso. Estos componentes ya están presentes en las gasolinas y el gasóleo que se suministra en las estaciones de servicio europeas. Por ejemplo, los surtidores de gasolina de 95 octanos españoles ya suelen ofrecer un combustible en el que hasta un 10% puede ser etanol.
A partir de ahora, tanto los surtidores como la información en nuestro coche (en la etiqueta junto a la boca de carga del depósito de combustible, o sus manuales), deben informar de ello con más claridad al usuario.
Las nuevas etiquetas de los combustibles
Lo primero que llamará la atención a partir de ahora para diferenciar los combustibles será la figura geométrica que acompañe a cada uno. El triángulo indica que se trata de un tipo de gasolina, el cuadrado en cambio indica que se trata de un tipo de diésel. En cambio, si la figura es un rombo, es un combustible alternativo de origen gaseoso. Para la gasolina, nos encontraremos una E seguida de un número que nos indicará el porcentaje de etanol. Ese número es importante, puesto que si nuestro coche admite combustibles que acepten hasta un 10% de etanol podríamos utilizar gasolina E5 y E10, la que ya podemos repostar en el grueso de los surtidores españoles. pero no gasolina E85.
Con el gasoil pasa algo similar: junto a la letra B veremos un número que indica el porcentaje de biodiésel del combustible. Los combustibles que se venden como diésel en España normalmente ya incorporan un porcentaje pequeño de biodiésel, aunque también existen otros combustibles que se comercializaban propiamente como biodiésel que suelen estar compuestos por un 20% o un 30% de biodiésel. Su compatibilidad con el grueso de los motores diésel es mayor, pero de nuevo es importante que sigamos las recomendaciones del fabricante. También será posible encontrarnos con un cuadrado con las siglas XTL, que indicará que se trata de un diésel sintético, no derivado del crudo del petróleo.
Te recuerdo que las nuevas etiquetas pueden convivir con otras siglas o nombres en los surtidores, éstas dependerán de cada marca o proveedor en función de los aditivos que cada una utilice para «ofrecernos» unos combustibles diferenciados de la competencia. A continuación puedes ver una tabla resumen de las nuevas nomenclaturas para que te sea fácil diferenciarlas.
Dentro de un tiempo nos habremos acostumbrado a este nuevo etiquetado y nos resultará familiar, pero es normal que durante un tiempo necesitemos mirar dos veces antes de repostar. No todo puede ser tan fácil como dejar tu coche en lowcostparking.es para aparcar cerca del aeropuerto 😉