Pruebas de seguridad para aviones

Se dice y con razón que el transporte aéreo es el medio más seguro para viajar hoy en día.

Hace unas semanas os hablábamos de las pruebas de resistencia a las que son sometidas las alas de un avión, lo que nos daba pie a pensar que cuando volamos realmente estamos en un aparato más que probado y seguro. Tal afirmación no es una mera frase hecha o un eslógan, se basa en cientos de tests de seguridad y resistencia de lo más rigurosos y exigentes.

Hoy te vamos a enseñar a modo de curiosidad algunas de las pruebas de resistencia para aviones a las que se someten todas las aeronaves comerciales antes de su puesta a punto definitiva.

Uno de los puntos críticos son las alas, diseñadas para soportar fuerzas y tensiones muy superiores de las que realmente sufren en pleno vuelo. Y cuando hablamos de muy superiores nos referimos a que  el límite legal es que las alas aguanten en una proporción de 1:5, en la realidad lo hacen hasta 1.5000001. Estas pruebas de seguridad son auténticas torturas a las que los aviones hacen frente sin problema:

• Se intenta despegar varias veces de la peor manera posible, para calcular los límites de maniobrabilidad de la que es capaz la nave durante el despegue.

• El rango de temperaturas a las que se somete un avión en las pruebas normalmente va desde los 40-50º C hasta los -40-50ºC.

• En las pruebas de seguridad para aviones se inundan las pistas de aterrizaje con toneladas de agua para simular un aterrizaje en la peor de las condiciones.

Este tipo de pruebas de seguridad para aviones nos demuestran que si hay alguna sensación que nos debe dar volar es la sensación de seguridad.

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